Descargar el archivo .mp3
Suscribite al podcast: Google Podcast / Apple Podcast / RSS
Del italiano que llegó de Londres en 1981 para cambiar definitivamente el rock argentino. Originalmente llamado “Una noche en New York City”, el tema que abre el primer disco de Sumo: “La rubia tarada”.
Buenos Aires, Hurlingham, año 1983
La casa de los McKern es el búnker de una de las bandas que lideran la movida musical under del país. Los contrastes son notorios en una quinta con aires ingleses, parque y pileta, donde juegan rubios niños deportistas y bronceados; en ese mismo ámbito ensaya una banda de rock duro, cuyo cantante y líder es un adicto declarado, y los excesos están presentes en sus músicos y en sus letras.
Luca Prodan, el líder de la banda, es un agudo observador de la sociedad argentina, a pesar de ser extranjero. Nacido en Italia y criado en Escocia, recaló en nuestro país invitado por su amigo Timmy McKern, tratando de librarse de su adicción a la heroína. Sus primeros años transcurrieron en las sierras cordobesas, para desembarcar finalmente en Buenos Aires, ciudad que lo terminaría adoptando, y a la cual describió magistralmente en varias canciones.
Una noche Luca va a la disco New York City, en aquel momento un ícono de las ‘caras conchetas’. Rápidamente saca una radiografía exacta de ese ambiente que no le agradaba en absoluto. A los pocos días llega a la sala de ensayo con una letra escrita en un papel, cuyo nombre era “Una noche en New York City”. La banda empieza a tocar y Luca canta arriba. Recuerda Germán Daffunchio, guitarrista de la banda: “Las primeras veces la palabra ‘tarada’ era como muy fuerte; en esa época nadie hablaba de taradas, ni de rubias estúpidas y aburridas, ni del pelo de hoy, ni de Fiorucci, y eso fue para mí lo groso”.
La canción aparece en el primer registro de la banda, “Corpiños en la madrugada” que sólo fue editado en un cassette independiente del que se hicieron apenas 500 copias. En este trabajo se incluyó con el nombre original “Una noche en New York City”, que luego cambiaría justamente por la fuerza de la palabra que comentaba Daffunchio, y quedó registrada como “La rubia tarada”.
El tema es una crítica ácida a la clase alta, consumista y obsesionada con la imagen. Luca prefiere tomar ginebra en un boliche de la esquina con gente despierta. “Esta sí que es Argentina” grita con fuerza. La versión que todos conocemos es la que se incluyó luego en “Divididos por la felicidad”, primer disco de Sumo, grabado en octubre de 1984 y editado por CBS.
En esta versión hay un párrafo donde la voz de Luca deja su lugar a la de “Geniol”, una especie de payaso punk, que actuaba en algunos shows, y cantó: “Un pseudo punkito con el acento finito, quiere hacerse el chico malo. Tuerce la boca se arregla el pelito, toma un trago y vuelve a Belgrano”. La voz aguda se debe a que ‘Geniol’ en ese momento interpretaba a ‘la rubia Margot’ una de sus caracterizaciones.
El nombre “Divididos por la felicidad” es un homenaje a la banda inglesa Joy Division, que marcó tendencias en la corriente musical punk y dark rock. En su lanzamiento, a pesar del éxito de “La rubia tarada” que fue el tema uno y corte de difusión, solamente vendió 15.000 copias, un número alto comparado con aquel primer cassette, pero muy bajo si se compara con otras bandas argentinas, en momentos en que el rock nacional estaba en su apogeo.
Es que Sumo nunca fue un grupo masivo, y sólo con los años alcanzaría el reconocimiento como banda de culto, muy importante en la historia del rock argentino. El concepto de “rubia tarada” quedó instalado para siempre en el vocabulario argentino.
Ficha técnica:
Autores: Luca Prodan, Germán Daffunchio y Diego Arnedo
Intérprete: Sumo
Músicos: Luca Prodan (voz), Ricardo Mollo (guitarra), Germán Daffunchio (guitarra), Diego Arnedo (bajo), Roberto Pettinato (saxo) y Superman Troglio (batería).
Álbum: Divididos por la felicidad (1985)
Duración: 3 min. 41 seg.