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Incluído en el emblemático disco «Oktubre», de Los Redonditos de Ricota, del año 1986. La dupla compositiva Solari-Beilinson y el tema que cerraba los shows de la banda, con el autobautizado «pogo más grande del mundo»: «Ji ji ji».
La Plata, provincia de Buenos Aires, año 1986
“Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota” son un grupo de La Plata, con apenas un puñado de seguidores. Sus conciertos se realizan en pequeños reductos under pero de a poco empiezan a ser reconocidos en el ambiente del rock por el boca a boca entre los propios fans, ya que la banda no hace notas de prensa y se maneja en forma independiente.
Con la edición de “Oktubre” su segundo disco, la banda empieza a tomar otra trascendencia, y es en gran parte gracias a “Ji ji ji” canción que se convertiría en mítica para la banda y para la historia misma del rock nacional, bautizada años más tarde por el Indio Solari, cantante y líder Redondo, como “el pogo más grande del mundo” por la euforia que provocaría en los fans en los conciertos.
La canción surgió en un balcón de la casa de Skay Bellinson, cuando este ‘jugaba’ con un riff en su guitarra. A continuación el Indio, luego de escuchar la intro, le agregó el estribillo: “No lo soñéeeee”. Luego salió el resto de la letra, y así la explica su autor: “Es la paranoia de la droga. Está hablando de cuando alguien está a la deriva dentro de esa situación”.
Continúa: “Habla como de una película, parece el típico psicópata que está viendo la película de él mismo en circunstancias en que todos los valores, el prestigio poético de cada palabra, tienen que ver con el estado de paranoia que te da la cocaína, un estado muy reconocible por otra parte. El título es muy significativo porque “Ji-ji-ji” es una risa medio perversa, marca una bidimensionalidad, es como que todo lo que está diciendo no es ninguna afirmación. Porque si tenemos el cuchillo sobre la mesa, es simplemente un cuchillo, no es bueno ni es malo; la cocaína es una cosa, no es la culpable de nada”.
“Suele decirse que ésa es una sensación característica de una etapa de la década de los 80 en la Argentina, durante la cual tomar cocaína, al menos en ciertos círculos, resultó casi una exigencia social. Justamente, al comienzo de la cultura de las drogas ésta era una experiencia no ordinaria, inusual, que después pasó a ser todo lo contrario. Hoy mismo, no hay nada menos inusual que tomar falopa; es como una cosa para entretenerte en una disco, por ejemplo. No tiene nada de la significación que tenía a fines de los 60 y principios de los 70, cuando había una pretensión de descubrir algo, de encontrarse a sí mismo. La gente lo sentía así, por más romántico y cursi que pueda sonar esto actualmente” completa Solari.
El disco se grabó entre agosto y septiembre en los estudios “Panda”. Como en todos los discos de Los Redondos, el arte de tapa de “Rocambole” merece un párrafo especial. Así lo explica el propio artista: “Es una tapa conceptual. Las ideas salieron de una noche de fernet: el Indio veía banderas, multitudes. Primero iba a ser todo rojo y negro, pero cuando lo fui haciendo más abstracto le agregué el gris. La tipografía parece soviética al estar invertida la letra B. En el reverso se ve la Catedral de La Plata en llamas: un símbolo revolucionario”.
Ficha técnica:
Autores: Eduardo Skay Bellinson – Carlos Indio Solari
Intérprete: Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Integrantes: Indio Solari (voz), Skay Bellinson (guitarra), Tito Fargo D’aviero (guitarra), Semilla Bucciarelli (bajo), Piojo Abalos (batería) y Willy Crook (saxo). Músicos invitados: Daniel Melero (teclados) y Claudio Cornelio (percusión). Manager: Carmen la Negra Poly Castro
Álbum: Oktubre (1986)
Duración: 5 min. 32 seg.