Desde muy pequeña integró el coro familiar junto a sus hermanos para luego animarse a explorar los matices del piano y del canto en el conservatorio. Entendió que su destino era la música luego de experimentar su faceta como actriz y cantante de comedia musical, ese primer puente de conexión entre el público y el escenario. Dueña de una de las voces más seductoras del momento, An Espil logra transportarnos con sus melodías a lugares tan distintos como armoniosos y en este episodio pudimos conocer a la mujer que se esconde detrás de su arte.

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Momentos destacados de la charla

«Es lo primero que me pasó a mí que reconozco como feminismo extremo. Porque siempre me hizo mucho ruido y recuerdo mucha bronca, ira. Ira contenida, y después traducida en angustia a largo plazo. Angustia e inseguridad. A todas nos pasa en muchas cuestiones muy cotidianas y sobre todo en la calle. Creo que en un momento me di cuenta de que me gustaba tanto poder andar por la calle, porque me gusta caminar, por ejemplo… Cada vez, en menos cuadras termino muy malhumorada. Entonces empecé a decir basta. No me lo puedo morfar, tengo que empezar a sacarlo. Lo primero que hacés ya causa una reacción inesperada porque no están posta acostumbrados. Y también, digo, lo que me pone mal es que ya no soy una adolescente y sé que en el ámbito adolescente pasa mucho más. Me doy cuenta de que hay que estar atentas por eso, porque ya no soy yo la víctima más zarpada, entonces tengo que estar atenta más por las demás que por mí. Me siento medio superheroína.»