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Después de sus dos primeros discos, la consagración La Portuaria llegó en el ‘93 de la mano del disco «Devorador de corazones» y la canción «Selva».
Buenos Aires, año 1993
A fines de los ’80, una banda aparece aportando frescura al panorama rockero local. Tardarían un par de años en explotar, pero cuando lo hicieron nadie podía parar de cantar sus canciones. Era “La Portuaria”, nombre que aludía a un lugar de tránsito y de intercambio de culturas. Ese espíritu se mantuvo siempre en el grupo y tiene que ver con deseos de libertad, con no encasillarse en ningún estilo de vida ni musical.
Así lo explica Diego Frenkel, cantante de la banda: “La Portuaria tenía una decisión musical muy clara que era mezclar distintos folklores del mundo, con nuestra esencia de rock, funk y pop. Y así empezó todo en el ’88. En Buenos Aires había bastantes grupos de una cultura rockera muy anglo, muy británica; y en las discotecas sonaba un tecno muy oscuro. Parte de eso hizo que nosotros sintamos una necesidad de hacer algo más fresco, más orgánico, más conectado a la tierra”.
Luego de dos discos sin demasiada difusión, en 1993 aparece “Devorador de corazones” el álbum que los convierte en una banda masiva. A los pocos meses se convierte en Disco de Platino gracias a canciones como la que da nombre al disco; “Nada es igual”; y, principalmente, “Selva”. Recuerda Diego: “No sabíamos que ‘Selva’ iba a ser un hit tan grande. Y de repente nos encontramos haciendo giras por todo el país, en discotecas y festivales de distintas provincias. Nos agarró en un momento de diversión, la pasábamos bien. Tuvimos la oportunidad de viajar bastante y desde muy temprano”.
Christian Basso, uno de los fundadores de La Portuaria y compositor de la música de ‘Selva’ cuenta: “Es uno de esos temas que marcaron el comienzo de mi carrera como compositor, junto a ‘El bar de la calle Rodney’. Estas dos canciones fueron escritas, la música por mí y la letra por Diego Frenkel. Ya antes había compuesto cosas para La Portuaria, pero el feedback del público con respecto de estos temas, hizo que el círculo cierre, comencé a darme cuenta del don que tenía en mis manos, era cuestión de explorar en el interior, de conocerme a mí mismo, ahí me di cuenta de que había mucho por hacer”.
Diego habla sobre la letra: “Las canciones como ‘Selva’ son muy extrovertidas, de pulsos muy altos, muy festivos. Así y todo, siempre hubo intenciones reflexivas. Incluso la letra, en medio de un tema agitado, bailable y de una contundencia rítmica importante, expresa metáforas con un montón de interioridad. Dice: ‘Voy buscando un oasis donde nadar’: es casi una respuesta interior a un agite y a una sensación de ebullición interna… Creo que la palabra ‘introspectivo’ implica que, para escribir y para componer, uno se repliega un poco sobre sí y va a bucear en lo profundo de su inconsciente”.
El disco se presentó en una gran gira nacional que terminó en 1994 en el estadio Obras. En ese show hizo su presentación el grupo “De la guarda” y fue considerado el espectáculo más novedoso y original que se vio en el país. Una demostración más del estilo vanguardista y de ruptura de “La Portuaria”.
Ficha técnica:
Autores: Diego Frenkel y Christian Basso
Intérprete: La Portuaria
Integrantes: Diego Frenkel (guitarra y voz), Christian Basso (bajo), Colo Belmonte (batería), Sebastián Schachtel (teclados, acordeón y armónica), Víctor Winograd (batería y timbaletas), Axel Krygier (saxo) y Alejandro Terán (vientos).
Álbum: Devorador de corazones (1993)
Duración: 4 min. 05 seg.