Provenían de estilos distintos, pero este disco de duetos publicado en 1956 los unió para siempre como una de las parejas más famosas del jazz: Fitzgerald y Armstrong, Ella and Louis.
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La iniciativa de juntarlos fue mérito de Norman Granz, un empresario discográfico, dueño del sello Verve Records. Él vio la química entre el carisma de Satchmo y la dulzura de la Reina del Jazz y les seleccionó once baladas para que interpretaran acompañados por el cuarteto de Oscar Peterson. Ambos artistas ya estaban más que consagrados, por lo que el gran desafío fue balancear los momentos de lucimiento de cada estrella.
Prácticamente sin tiempo para ensayos, los músicos se reunieron en los estudios Capitol, de Los Angeles, y en una sola jornada del 16 de agosto de 1956 registraron todas las tomas. Interpretaron las canciones en el tono de Louis, confiando en la versatilidad de la voz de Ella. El resultado está a la vista. Al año siguiente, por pedido de la compañía y a raíz del descomunal éxito, tanto del disco como de las presentaciones en el Hollywood Bowl, editaron una segunda parte de los duetos. Empezamos con «Cheek to Cheek», luego escuchamos “Can’t we be friends” y para cerrar, suena «They Can’t Take That Away from Me».