Nonpalidece: «Fijamos objetivos que nos han unido, más que separado»

Reafirmando el camino recorrido durante estos 25 años de trayectoria, la banda presenta su sexto disco de estudio. Un material sincero y urgente, que refleja la esencia de sus comienzos; a la vez que se fusiona con el rap.

Nonpalidece. Foto: Gallo Bluguermann

Grabado en su sala-estudio de Tigre por Adrián Pagliano, y mezclado en Limonhero por Marcelo Masceti, «Nonpalidece» cuenta con diez tracks originales, de los que se destacan a «Slogan» (octubre 2020) y «Vuela alto» (noviembre 2020) como los primeros adelantos.

La propuesta integral viene acompañada de un videoclip, dirigido por Santiago «Gallo» Bluguermann, correspondiente al corte «La alegría». Del mismo participa el ganador de la FMS Argentina 2021, Stuart; con la actuación especial de invitados de lujo como: Luis Alfa (C4), BlackDalí, Klan y Mustafa, entre otros colegas del género.

En charla exclusiva con Rock.com.ar, Néstor Ramljak cuenta los detalles de este gran desafío que asumen en tiempos pandémicos.

Pasaron la bisagra de los 25 años, lo cual reafirma un camino de resistencia y de perseverancia que no cualquiera está dispuesto a asumir.

Néstor: La reflexión que me queda es que fijamos objetivos que nos han unido, más que separado. Y en todo eso tienen que ver la música, las ideologías, la amistad y un montón de factores que hacen que estos 25 años nos sintamos muy recientes. Es una fecha que te lleva a hacer balances, pero seguimos siendo los mismos siete que grabamos el disco. Vamos a ensayar y compramos las birritas. En algunos aspectos parece que el tiempo no nos ha pasado.

Ciertamente, tienen su fórmula para mantener el espíritu como grupo de trabajo y, sobre todo, humano.

Néstor: Sí, totalmente de acuerdo. Hay una química, como también los momentos de rispidez que suceden en cualquier convivencia después de tantos años; pero siempre en buenos términos.

¿Pesa cierta responsabilidad en relación a otros proyectos que están iniciando?

Néstor: La verdad que no. Sí tenemos aspiraciones y tratamos de obrar en consecuencia de nuestra filosofía. Prestando el escenario lo máximo posible. Me refiero a darle lugar a proyectos emergentes. En el caso de salir a presentar el disco, con una puesta muy particular y un show largo, quizás se complica un poco invitar bandas. Es diferente a cuando armás un festival, en el que proponés y sugerís a colegas. Tenemos una linda historia, que podemos contar y compartir. Si eso contagia, bienvenido sea.

Hablemos de la cocción de estas diez canciones que integran el álbum.

Todo empezó en junio del 2020, pero entre octubre y diciembre de ese año lanzamos dos canciones. Fue una manera de decir acá estamos y tenía que ver con cuestiones internas de banda, más vinculadas a juntarnos en el estudio. Los meses subsiguientes terminamos de trabajar y mezclar las ocho canciones inéditas. «Vuela alto» y «Slogan» las habremos tocado en vivo ocho veces, como mucho.

¿Qué metodología aplicaron para distribuirse las tareas compositivas y de pre-producción?

Néstor: La pandemia nos cambió la cotidianeidad, porque solíamos trabajar mucho en nuestra propia sala. Poniéndole muchas horas a la composición musical, al arreglo y la pre-producción. Lo hacíamos mucho tocando, pero en esta oportunidad más compleja y, también, por temores de contagio; lo manejamos a la distancia. Hubo intenciones de que el proceso creativo empezara antes, ya que veníamos grabando algunas cosas en buenas condiciones. Nos pusimos a escucharlas, mientras que otras se generaron a la distancia. Siguieron los encuentros de cuarteto o trío para grabar bajo, batería y teclado. Queríamos darle cierta impronta en vivo. Después nos turnamos para ir, pero se dio más en función de cómo nos podíamos juntar. La pandemia nos reubicó en esa tarea, pero siento que el disco quedó orgánico y estamos súper conformes porque nos representa al 100%. Nos despojamos de un montón de prejuicios y decidimos grabarlo así. Es un disco sincero, urgente y necesario. Nos vino a resignificar, por eso le pusimos el nombre que le pusimos.

Algo que me llamó la atención fue el hecho de que volvieran a las raíces y, a su vez, trascendieran la barrera del reggae para fusionarlo con el rap.

Néstor: Sí, pero no está tan lejos del rap. No sé si el que conocemos nosotros desde los freestylers, o esta canción que hicimos con Stuart, pero sí hay mucho. De hecho, Damian Marley tiene una manera de cantar más cercana a ese género. La situación con Stuart, que es uno de los invitados, se dio descubriendo la FMS en pandemia. Me gustó y me enganché. No sabía de qué se trataba y en ese descubrir, llegué a él. Lo empecé a ver y terminó saliendo campeón, pero lo contacté antes. Le conté del proyecto y le encantó la idea. Vino a nuestra sala, escuchamos el disco entero y eligió esa canción para grabar. Creo que quedó una bomba, más allá de que parezca re loco cruzar el rap con el reggae. Todo está en la música negra y, en definitiva, viene de ahí. El otro invitado fue Juanchi Baleirón en «Salir del olvido», que es un amigo de la casa y tiene una historia re linda con Nonpa; de mucha generosidad.

A diferencia de otros intercambios del trap/rap con el rock argentino, cuando escuché su canción me pareció que lograron una fusión más amalgamada.

Néstor: Porque él se subió a nuestra base y fue lo que más le gustó. De hecho, cantó sobre mi segunda estrofa. Borró una e improvisó sobre lo que ya estaba grabado. Hay una transición en la canción, donde aparece una batería hip-hopera y está muy bien lograda. Pero lo que más nos gustó fue que pudo subirse a nuestro ritmo, dándole su impronta; y quedó bien amalgamado y potente.

¿De qué manera acompaña la propuesta audiovisual del corte «La alegría manda»?

Néstor: Los videos los hacemos de manera autogestionada y trabajamos con el Gallo Bluguermann. Además, es nuestro fotógrafo y a la hora de ponerle imágenes a los videos, resulta ser el equilibrio perfecto entre costo/calidad. Lo empezamos a cranear con la idea de generar un desencuentro que terminara en un encuentro; porque juntos somos más y hacemos la diferencia. Con esos pequeños delineamientos, desde la banda empezamos a proponer el lugar y la estética.

¿Qué nos podés adelantar de las presentaciones que se vienen?

El plan es generar algunos conciertos que tienen que ver con la presentación del disco. Lo que viste seguramente fueron las fechas de Rosario y Neuquén. Estamos terminando de diagramar los shows que van a suceder en noviembre. Pueden ser en Capital y provincia porque los lugares están teniendo mayor previsibilidad. A su vez, queremos llevarlo al interior del país para llegar en marzo al Luna Park. Esos son los objetivos y, en medio de eso, tenemos prevista una gira por México y algunos países de Latinoamérica; sujeta a este día a día, que tiene que ver con restricciones, liberaciones y aprobaciones.

¿Sos de escuchar tus propios discos?

Néstor: Éste lo estoy escuchando mucho porque lo grabamos sin haberlo tocado y tenemos que aprenderlo. Al tener otra dinámica de trabajo, nos encontramos con un disco que hay que ensamblar. De hecho, estamos juntándonos tres veces por semana, durante muchas horas, para que fluya la música. Como también participo mucho de la mezcla y de la producción, generalmente para cuando sale ya lo escuché dos millones de veces. Entonces, le doy una pausa porque me canso de mí mismo. Creo que una de las peores cosas que me puede pasar es ir a comer con la banda y que pongan la música.

Me gustaría que eligieses una de las canciones del último disco para compartir con los lectores de Rock.com.ar.

¡Qué difícil! Si están ahí, y salieron esas diez, fue porque pasaron por varios filtros y las recontra bancamos. Sin embargo, me pasó de subirme al caballo de estas redes sociales, que hacen una devolución instantánea del disco, y hubo una canción en particular con una recurrencia. Tiene una historia personal y se llama «Entre risas», así que elijo esa en esta ocasión.