#LasPelotas Una noche, tu lista

Una Noche/ Tu Lista fue la propuesta de Las Pelotas para dejar en manos del público una velada llena de recuerdos. Una vez mas demostraron por qué, desde hace casi treinta años, son un referente del rock nacional. Corriendo La Voz  estuvo en este gran show realizado en Bahía Blanca, el cual te invitamos a revivir.

La ciudad de Bahía Blanca fue incluida, una vez más en sus giras y, en el Teatro Rossini, no había espacio ni para una persona más. Lleno desde las vallas hasta la barra, el público esperaba ansiosamente la salida de la banda que pisó el escenario alrededor de las 21.30 hs, aunque la gente ya aplaudía y cantaba desde hace rato.

El inicio de un show excepcional arrancó con un tema bastante polémico para la coyuntura que estamos viviendo: Saben fue gritado por cada persona que se hallaba en el recinto y muy aclamado al final. El público era diverso, mayormente adulto, aunque a algunos adolescentes se los veía ir y venir desde el pogo hacia atrás para descansar y volver a meterse.

La escenografía y la iluminación le dieron un toque especial al teatro. La pantalla de fondo pasaba videos sencillos, de figuras acordes a cada canción mientras las luces teñían el lugar de verde, rojo o naranja, a la vez que jugaban con la bola de boliche que estaba en el techo, colmando, de vez en cuando, el lugar de brillo.

Orugas fue la tercera canción en sonar y en darle manija al pogo. El acorde final de este tema, le dio lugar a Germán Daffunchio, vocalista de la banda, para interactuar por primera vez con los espectadores: «Buenas noches, ¿cómo están? Esta lista la hicieron los gritos”, acompañado por la gente que decía “sí” desde diferentes rincones. Continuó Qué podes dar, el momento de deleite para los músicos, ya que los presentes la cantaron a coro y muy parejos, con las manos en alto, queriendo tocar el cielo.

Los vasos de birra y fernet saltaron por todo el teatro cuando arrancó Ya no estás. Desde el fondo, se pudo observar cómo caían las bebidas a causa del pogo que había bien adelante. Victimas del cielo y Quizás no puedas dieron un aura de sensibilidad y melancolía, donde la gente gritaba en ciertas estrofas y murmuraba la letra, en otras. Se vieron besos dispersos en el público, parejas abrazadas que se cantaban frente a frente, algunas personas lagrimeaban. La ola de aplausos que segundearon a estas melodías demostró que son canciones que nos tocan muy profundo a todos.

Personalmente fue un tema acompañado hasta por la gente que laburaba en la barra, es el clásico que todos nos sabemos. La voz viva del público que estaba bajo el escenario, los aplausos, gritos aislados y las manos bien arriba, con una luz que teñía de naranja al teatro, te llevaban a cualquier lugar muy lejos de Bahía Blanca, muy dentro tuyo.

Algunas remeras giraron en el cielo esa noche. Es que el número de personas superó las expectativas, el frío no tuvo lugar. Si supieras llegó de la mano del cantito “vamos las pelo‘”. Varios celulares se alzaron en aquel momento para grabar una de las canciones preferidas.

Para el cierre de la noche, Esperando el milagro copó el Rossini y las injusticias vividas se vieron reflejadas en la emoción que provocó la canción. La introducción fue lenta y pausada, pero los gritos de desesperación y admiración no tardaron en llegar. 

“¡Aguante Bahía, loco!”, dijo Germán en una falsa despedida, continuada por un par de temas más. Entonces, llegó el turno de la más votada, la elegida para dar el cierre final y consagrar la noche del viernes: Bombachitas rosas puso punto final a una lista que recorrió toda su historia.

El público agradeció el show con un cálido adiós y el infaltable pedido de otra más”, dejando abierta la promesa de llenar el lugar de nuevo, cuando la banda quiera volver.

Fotogalería a cargo de Bri Toracchio.