Las Armas Bs. As.: «Es momento para posponer el ego»

Ramiro García Morete es el guitarrista y cantante de la banda de rock bonaerense Las Armas Bs. As., que el 3 de abril publicó su tercer disco, «Incógnito», una mezcla de su ya conocida tradición riffera con sutiles influencias de pop, electrónica y hip hop que, dice, «resalta su lado más crooner».

Foto: Mecha Durand

La obra cierra un recorrido que inició en rutas sobre llanuras en «Vol.I» y una ruptura, siguió en la ciudad en «El camino no elegido» con lo urbano y lo político, y finalmente cierra en este breve y contundente disco de cinco temas en las fiestas y las habitaciones oscuras, donde todo está velado en misterio y enfocado en los vínculos más íntimos.

¿De dónde surge el título de «Incógnito»?

El nombre del disco, a diferencia de otros anteriores, no surgió de entrada. Nosotros los discos no los pensamos como una acumulación de canciones sino como un pequeño universo, desde el imaginario, la poética o la sonoridad, donde volvimos a repartir y a desordenar los elementos y a encararlos desde otras perspectivas. Eso suele estar cohesionado desde un título, que esta vez costó encontrar. Más que nada tiene que ver un poco con esta idea de jugar con el sentido de las canciones puras y del metadiscurso que tiene una banda de rock, y pensamos que sin querer las canciones hablaban de romances y de encuentros. Al mismo tiempo, la música que nos gusta a nosotros está bastante alejada del centro de exposición, y a veces los eventos más interesantes y profundos de la vida ocurren corridos del foco. También, como se ve en la tapa y en los videos, está el tema de la luz que se filtra entre las grietas y de jugar con la idea del claroscuro. Esas cosas que pueden ocurrir sin que las estés gritando, que no se entienda del todo. Nos parece que esa es la esencia poética. Nosotros no sentimos que el arte ni el amor tengan que estar tan resueltos.

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Uno de los ejes temáticos de «Incógnito» es el encuentro, la reunión en lugares íntimos y privados. ¿Hay algo de todo esto que se resignifique en el contexto de la pandemia que nos obliga a pensar las habitaciones y el encierro de otra manera?

Por lo pronto, publicar este disco en este contexto me hace reafirmar un pensamiento personal que tengo siempre muy presente que es, como diría nuestro querido Bob Dylan, que “comparado con la vida, el arte no vale nada”. Es algo a lo que le entregamos nuestra vida pero realmente no es todo. Yo me siento un poco absurdo a veces, incluso nos planteamos con los chicos si tiene sentido sacarlo en este momento. Es un momento para posponer el ego. Partiendo de esa base, yo creo que toda obra se va a resignificar por este contexto. Cuando hablábamos de “cerrar los espacios”, nos referíamos en términos más cinematográficos. Quizás se tendría que llamar “incógnita” y no “incógnito” por lo que nos está pasando, precisamente ahora que todo está demasiado oscuro para ver y tenemos más preguntas que respuestas.

¿Cómo van a presentar el disco en esta coyuntura tan atípica?

Nosotros antepusimos primero esta incógnita dado que no hay un panorama tan claro. Antepusimos lo humano. A nosotros nos falta lo humano, en lo personal extraño mucho a la banda, los ensayos. Entonces decidimos aprovechar la posibilidad de que tenemos un disco y que es una forma de estar haciendo algo, sabiendo los obstáculos que vamos a tener. Principalmente vamos a hacer una difusión muy primaria en las redes, quizás apelar a ciertos lenguajes que nosotros generacional y estéticamente no estamos tan acostumbrados como puede ser hacer un vivo de Instagram. Somos una banda que se ha ido de viaje y que recién a la vuelta se ha acordado de subir historias. Por supuesto que imaginábamos la salida del disco en otro contexto y en recitales, porque es un disco que suena en vivo, porque es brevísimo y en el que la intimidad no va en detrimento de la potencia, y eso lo queríamos demostrar en vivo.

¿Qué planes tienen a futuro como banda?

Somos una banda a la que canciones e ideas no le faltan nunca. Esta vez tuvimos esa incógnita de manifiesto e hicimos de ella un concepto. Para ser un disco breve, nos tomamos más tiempo que con un disco extenso, y lejos de verlo como un obstáculo lo usamos como una herramienta. No sabemos qué va a pasar ahora. No nos vamos a querer repetir, nos vamos a tomar el tiempo para ver qué surge y cuando las cosas se acomoden veremos dónde encontramos un nuevo universo. Desde lo logístico, la idea obviamente era tocar mucho y girar por la provincia. Supongo que va a estar frenado pero somos una banda de rock, el inconveniente es moneda corriente. Esto que nos está pasando ahora de la pandemia nos demuestra que hay algo de ese accidente, en esa sensorialidad, en ese juego de desequilibrio que tienen cuatro personas en un escenario que es irremplazable.

Foto: Mecha Durand