El conjunto conformado por ex integrantes de Nikita Nipone, Los Pels, Los Corderos, Decassette y Panda Rojo acaba de editar su álbum debut «La música es el trueno».
«La Montaña comenzó como un dúo entre Yate (Juan Pablo Shaw) y yo –recuerda el cantante y guitarrista Nicolás Zadunaisky-. La idea inicial era que él iba a producir artísticamente algunas canciones que se habían quedado afuera de otros proyectos que yo tenía. A partir de la buena sintonía que tuvimos en el estudio comencé a componer y escribir para que él produzca. Una vez que tuvimos diez canciones nos salió la oportunidad de tocar en Makena y con ese fin convocamos al resto de los músicos».
Cada uno viene de proyectos diferentes, ¿fue fácil el armado y la conexión de la banda?
La Montaña antes de tener canciones tuvo ideas. Una de ellas era que íbamos a hacer canciones para compartir entre todos los seres sintientes del universo sin importar edad, condición social, creencia religiosa o política o cualquier otra diferencia de esas que son bien palpables en nuestra sociedad. No las reprimimos, pero mientras hacemos La Montaña dejamos esas diferencias de lado para enfocarnos en nuestros puntos en común, esto es: la universalidad de la música y las palabras y el lenguaje único que ambas forman, la idea Beatle de unirnos y agruparnos. Entonces el norte un poco lo marcan las ideas que tuvimos antes de hacer canciones, nunca hubo un problema en ese sentido.
Se tomaron tres años en lanzar el álbum debut, ¿era el tiempo que necesitaban para poder ensamblar el conjunto, entrar a grabarlo y mostrarlo?
Fue un proceso muy largo sin dudas. Yate, que se ocupó de la producción artística y de la edición se tomó, de común acuerdo, todo el tiempo necesario para poder entregar las canciones más profesionales posibles. Luego hubo que preparar a la banda para tocarlas, y eso también lleva mucho tiempo. Ensayar para grabar, ensayar para presentarnos en vivo. Es realmente un proceso largo que no tiene límite. Trabajás mucho y de repente un día todos somos parte de algo más grande que funciona casi como un nuevo individuo, esto es La Montaña.
¿De qué trata «La música es el trueno»?
Es un disco de letras y música muy sencilla que intenta llegar al público más plural posible. Las temáticas son clásicas, el amor, la amistad y la invitación a que todos volvamos a conectar con la naturaleza. Los llamados a la naturaleza se repiten a lo largo del disco. Por otro lado, el título refiere al primer humano que quiso replicar algún sonido de la naturaleza y de cómo ese pequeño movimiento desenvolvió luego todo el desarrollo de la música hasta el día de hoy. El origen de tu música no está en los Beatles, en Chuck Berry o en los Doors; el origen más sensible y sutil debe estar escondido en la naturaleza hace miles de años.
¿Cómo ven la escena under/emergente en la actualidad y cómo sienten que encaja La Montaña en ella?
Con este proyecto tuvimos la suerte de conocer músicos muy talentosos y buenas personas. Observo mucha más fraternidad que hace quince años, producto quizás de lo difícil que ha sido producir fechas buenas por el fenómeno post Cromañon. Hay una gran cantidad de bandas que suenan muy bien, que llegan muy ensayados y con las cosas muy claras. Hay una gran evolución en ese sentido. La Montaña intenta ser un fenómeno más popular que under, pero nos adaptamos a lo que nos toca, siempre y cuando la intención sea buena y la fecha pueda garantizar buen sonido y entorno.