Diego Marchionatti, el joven autor, compositor, guitarrista y cantante barilochense, presenta su tercer álbum solista «En estado circular». Este trabajo tiene un sonido más orgánico con color a madera mezclado con la dosis justa de sintetizadores y programaciones, acompañado por la intensidad percutiva que Diego imprime con sus dedos en la caja de la guitarra.

Luego de una intensa gira de verano por el sur de Argentina junto a Tomás Aristimuño y Carola Zelaschi, Diego se encuentra preparando su show de cierre de año que tendrá lugar en El Universal el próximo 13 de diciembre.

Una de las características de tu nuevo álbum es que a diferencia de los anteriores fue grabado íntegramente en un estudio a manos de Fidel Mulet, quien mezcló, masterizó y co-produjo el álbum. ¿A qué se debe esta decisión de no realizarlo en tu homestudio, como lo venías haciendo?

Diego Marchionatti: La decisión fue más que nada para poder aportarle al nuevo disco otro color, otra cabeza a la par mía. Para ver que otras opciones hay al momento de tener que dejar algo ya definitivo o no, mejorar el audio y poder optimizar más el tiempo de laburo y no que se haga un proceso tan largo.

Tu último material, «Arista», fue lanzado en 2014. Al pasar determinado lapso de tiempo entre las canciones uno puede notar cambios que seguramente se deben al momento que estás atravesando a la hora de componer. ¿Esto te lo planteás de alguna manera? ¿Buscás que tu repertorio no se repita?

DM: Bueno, a veces uno termina repitiéndose sin querer y eso yo creo que forma parte de una formula personal de componer. Algo que en el tiempo deja una marca registrada y quizás algo así como un sello distintivo. Igualmente si hubo una búsqueda distinta en las letras y arreglos, quise calar más hondo en el contenido.

Al ser un músico proveniente del sur del país, ¿cómo ves el ambiente musical en Buenos Aires y, más precisamente, en el circuito porteño de la Capital Federal?

DM: Yo siento que estar acá haciendo lo que amo es un sueño, poder luchar por crecer a partir de estar rodeado de gente muy talentosa que te contagia esas ganas, esa manera de hacer las cosas aún más profesional y la sana competencia que se genera por estar todo muy nucleado en una ciudad tan densa de propuestas día a día. El circuito termina siendo muy chico y ahí es donde uno se va metiendo de a poco y ganando nuevos oyentes, nuevas maneras de ir trabajando el material.

Este año tuviste una gira de verano por el sur de Argentina junto a Tomás Aristimuño y Carola Zelaschi, que luego desembocó en una serie de shows en la Ciudad de Buenos Aires y el interior del país. ¿Qué te ha aportado esta experiencia?

DM: Fue sin dudas la gira que voy a recordar por siempre. Fue mi primera gira con mi proyecto personal, estuvo llena de alegrías y una respuesta de la gente increíble. Estar acompañado de Tomi y Caro fue felicidad total y el año que viene pienso volver y sumar más lugares para ir a tocar.

Finalmente el 13 de diciembre te vas a estar presentando en El Universal para cerrar el año. ¿Cómo te preparás para el show? ¿Qué se puede adelantar?

DM: Nos preparamos con este nuevo formato de piano, violín y cello, con Nicolas Ehrenhaus, Palo Lammer y Juan Ferreras, respectivamente; que nos sirvió para darle un nuevo color y una vuelta de rosca a «En estado circular» y es quizás lo más alto a lo que estoy apuntando musicalmente en el momento y ojalá se pueda sacar a la ruta para llevarlo bien lejos. En Youtube hay dos videos de una sesión en vivo grabado en Estudio Satori por Clara Campos y Alejo Nobili de las canciones «Enabolar» y «El gigante». Allí pueden chusmear de qué se trata la fecha del 13.

¿Cómo continúa la agenda en 2020?

DM: Ojalá comience con una gira larga en enero y febrero. Luego hay material nuevo que se lanzará en forma de EP, voy a tratar de volver a grabar cosas en casa y que salgan desde aquí.