«Hacemos lo que somos, somos lo que hacemos».

Anoche, Cuarto Gradual despidió el año en Pyramide, un bar elegido tradicionalmente por su excelente acústica y, también, por lo agradable que suele ser, tanto por la gente que concurre como por su aspecto llamativo.

El show dio comienzo alrededor de las 12 de la noche con el bar casi lleno, copado por familiares y amigos. La lista estuvo conformada por 24 canciones y la encargada de abrir la noche fue Pool, avena y papusa de Los Redondos, seguida de Funk de Guasones.

Para bailar un tema musical no hay edad, así es como un hombre mayor perdió la vergüenza y empezó a mover su cuerpo al ritmo del compás mientras todos sonreían y hacían palmas sin parar.

Fue una noche increíble en la que se pudo apreciar como a medida que iban pasando las canciones los nervios de los músicos desaparecían y comenzaban a disfrutar de su propio show. A las familias también se las notaba muy cómodas divirtiéndose y apreciando la música.

 

Cuarto Gradual es una banda oriunda de Punta Alta (ciudad vecina de Bahía Blanca), que nació en marzo de 2015. 

Dentro de sus recitales, prevalecen los covers de rock nacional, generalmente de bandas ruidosas y muy alegres, como también temas propios como Concilio.

Durante el año tocaron en tres oportunidades y actualmente, están trabajando en canciones nuevas para presentarlas el año entrante.