#CieloRazzo Caminantes del espacio sideral

Hay un lugar, donde sabemos de antemano que no existen los adioses, ni las despedidas, ni los puntos finales. Sabemos también que todo lo que pertenece aquel lugar se convierte en un recuerdo constante que resuena cada tanto en los corazones de quienes logró alcanzar. La música goza del poder de flecharnos y mantenernos en un idilio eterno y placentero del que difícilmente queramos zafar.

Anoche, el Teatro de Flores recibió por segunda vez en el año a Cielo Razzo para darle un cierre a todo el laburo que implicó “Sideral”, su sexto disco de estudio, y darle paso a lo nuevo que se viene y de lo que próximamente habrá novedades. Corriendo La voz estuvo presente en esta fecha tan especial y desde acá te lo contamos y retratamos.

El mes de abril avanza y la noche cae cada vez más temprano. Alrededor de las 19 hs el clima recitalero se acopló junto a la característica brisa otoñal que obliga, al esconderse el sol, a sacar del ropero alguna camperita o buzo salvador.  En la esquina de Rivadavia 7806, donde se levanta el conocido Teatro de Flores, el número de jóvenes que aguardaba por entrar fue en ascenso con el transcurrir de los minutos.

En las veredas, la típica venta de remeras, todas ellas con las siguientes iniciales: CRZZ. Las mismas letras que abundaban en la indumentaria de los chicos que hacían fila para ingresar al teatro. Todo fue muy puntual. Pasadas las 19 hs las puertas se abrieron y los seguidores de Cielo Razzo comenzaron a copar el lugar. La noche recién empezaba.

Detrás del escenario, cubierto aún por los telones, se podía percibir el movimiento de gente yendo y viniendo y la puesta en escena de los primeros instrumentos que compartirían protagonismo a la brevedad. Antes del show de los rosarinos, la previa estuvo a cargo de Percance, banda oriunda de Costa Rica que vibró el tablado de Flores con su potente Ska-rock latino.

Luego, fue el turno de lo nacional, los chicos de Cola de Pato que, hacia las 20 hs, subieron a escena. Esta banda de Lomas del Mirador mantuvo a los presentes atentos y a viva palma desde el principio hasta el final. Y más de uno sonrió y agitó junto al cantante cuando el cover de Las Pelotas, “Bombachitas rosas” empezó a sonar. La gente del oeste fue despedida con fuertes aplausos y los espectadores que estaban sentados disfrutando de la música y alguna que otra bebida comenzaron a acercarse a las bayas.  

Fin de un ciclo

La “despedida” había comenzado el viernes 27 de marzo cuando Cielo Razzo dio su primera fecha en el Teatro de Flores con el fin de cerrar el ciclo Sideral en Capital Federal. En aquella oportunidad, ésta última producción discográfica pisó fuerte el escenario porteño y los músicos procuraron tocarlo casi en tu totalidad. Así sucedió durante todo 2014. No hay lugar para quejas. El ímpetu razzero recorrió el país y cerró el año con tres Trastiendas agotadas. Sin embargo, los rosarinos van por más y el nuevo año los encuentra trabajando en un nuevo material que no tardará en darse a conocer los próximos meses.

A las 21 hs se abrieron nuevamente los telones. En el teatro no cabía un alfiler. “Buenas noches”, saludó Pablo Pino a la audiencia a la cual predispuso en gritos de alegría y ovación. Como se esperaba, el sábado razzero arrancó bien arriba. “Soy quien no te deja ser…” y los primeros acordes de “Perseguido” desataron la euforia que se duplicó con el estribillo de la canción.

La seguidilla de temas que continuó fue bien arriba como para calentar las energías del teatro. Rápidamente llegó “Tu fricción” que hace tiempo no sonaba en vivo y sorprendió a más de uno. Si bien, “Sideral” tenía su cuota de protagonismo, a diferencia de la fecha del 27 de marzo, se tocó un poco menos, pero los infaltables no tardaron en llegar: “Te vas”, “Ojos” y “Galope” para energizar una vez más al público.   

Desconcertó el cambio en la ubicación de los teclados a lo que Pino respondió de inmediato que esa noche estaría ausente Carlo Seminara, el percusionista, ya que por esas horas estaba por ser papá. Otro de los momentos destacados para bajar un poco las revoluciones, vino de la mano de “Calesita”. Fue menester que para esta última presentación en Capital se hicieran presentes las eternas vueltas siderales de La Calesita.

Pero los espectadores querían saltar. Cambio de clima otra vez. Y por fin se coreó la pedida. El insistente tema que entre pausa y pausa es pedido por algún fan: “¡PUUUTA Pablo!” Y “Puta” sonó, se pogueó, se agitó y se cantó. Fue un recital que se caracterizó por abrir el cajón y sacar a la luz canciones que habían sido guardadas por algún tiempo. Entonces, se deslizó “Charlone”, reafirmando que “ya nunca jamás se olvidarían de lo que fueron”.

Otro gran momento fue el de “Vueltas”. El talento de los músicos y la destreza de Pino en sus composiciones se vieron reflejadas en cada uno de los rostros que pudieron disfrutar esta hermosa versión en vivo. Banda y público haciéndose uno: “Dale alas a esta furia sin razón”.

El final del show llegó pronto. O al menos el tiempo pareció transcurrir muy de prisa. A las 23 hs el cantautor agradeció a todos por el aguante de siempre, por la presencia y por otra noche inigualable. A su vez, anunció que si todo sale como lo esperan, para junio podríamos estar escuchando algo de lo nuevo de Cielo Razzo. “¡Gracias Buenos Aires!”, soltó el rosarino y “Sin salida” llegó para hacer estallar a un teatro entero.