#BIFE Una lucha encarnizada contra los prejuicios

BIFE se define como un power dúo, definición a la que hacen honor no sólo a la fuerza que esgrimen sus melodías sino al poder abrumante de sus letras, sus constantes denuncias, su manera de copar el panorama de una música hegemonizada y convertirla en algo para todes.

Ivanna Colonna Olsen y Diego Javier Fantin, en su página web, se presentan así:

Su perspectiva que, automáticamente nos invita, no puede dejar de lado la fusión de estilos que hacen y la comodidad con la que parecen ir moviéndose por el gran abanico musical que nos ofrecen las composiciones y los grupos musicales ya existentes. BIFE es algo nuevo: viene para convertir en disruptivo lo hegemónico, para despertar a les dormides, para quedarse, definitivamente, para instalarse en una escena cada vez más grande. Sus canciones nos recuerdan que vale la pena luchar y seguir bailando y brillando.

No se pueden describir. Tal vez sí ellos mismos, pero no quienes los escuchamos una y otra vez, y en su música hay un abrazo, un yo también, un estamos en la misma, en distintas, juntes. No se pueden describir, pero tienen voz. Presentamos, entonces, una entrevista para Corriendo La Voz, y les dejamos hablar, que qué mejor que sus voces para definirse.

– Leyendo un poco supe que se conocieron en un bar cultural medio clandestino, cantando. De ahí a BIFE, ¿qué pasó? ¿Cómo surgió la idea de formar una banda? ¿Desde un principio supieron el rumbo que querían tomar? 

BIFE: Nos caímos bien, nos gustamos y empezamos a juntarnos a compartir cosas. Cantábamos canciones, muchos tangos, cumbias y pops pero siempre había algo que nos disgustaba en las letras, o nos indignaba. No teníamos en ese momento las herramientas que tenemos hoy en día para interpretar esa molestia pero la identificábamos con toda claridad. Dijimos: o cantamos las canciones cambiando las letras o hacemos directamente canciones nuevas. Optamos por lo segundo. La verdad es que el proyecto nació tal cual es hoy en día.

– Son una de las bandas más visibles de la escena feminista actual. Ser referentes de un movimiento político como lo es el movimiento LGTTBIQ+ ¿es una presión, un orgullo, las dos? ¿Esperaban tanta repercusión cuando encararon el proyecto? ¿Apoyar tanto las luchas en la calle, en las marchas, tiene un poco que ver? 

BIFE: Fue una sorpresa muy linda ver que de inmediato distintas grupas y colectivas se identificaban con nuestras canciones. Porque nuestro esfuerzo había sido simplemente el de generar un espacio libre de la violencia discursiva habitual, libre de cualquier ánimo panfletario. Confirmamos de una vez y para siempre que no es necesario subestimar al público, que banalizar banaliza, y que hay cientos de miles de personas dispuestas a escuchar críticamente, a hacerse cargo de sus consumos y lo que reproduce, a buscarle la vuelta y el sentido al mundo en el que vivimos, o derribarlo para hacerlo de nuevo. En cuanto a nuestra participación concreta en las manifestaciones por causas que nos convocan, es una alegría muy grande para nosotrxs tener algo para aportar en ese contexto.

– Si tenemos que elegir, a veces, desde afuera les definimos como «queers». Ustedes, ¿qué piensan de esas etiquetas, aún si sugieren lo des-generade, digamos, la falta de género? 

BIFE: Lo que llamamos comúnmente etiquetas se refiere a definiciones de pensamiento rápido y superficial, lo cual es muy parecido al prejuicio. No es lo mismo eso que una autodefinición urgente y necesaria, que muchas veces puede ser crucial en la construcción de una identidad. La identidad propia de BIFE tiene que ver justamente con una lucha encarnizada contra los prejuicios y la violencia de imponer una etiqueta sobre la existencia de les otres, contra los dispositivos normalizadores, represivos y limitantes. Y también un esfuerzo hacia la libertad y el goce de reinventarse con la mayor frecuencia de actualización que nos den los músculos, como si se pudiera eventualmente vivir sin tener que justificarse en absoluto.

– «Y mi vieja se pregunta quién es quién», dice la letra de Camionero. Ésto es una  crítica a algo que sucede a menudo a quienes se atreven a romper con lo establecido. La repercusión de su música, ¿les expuso mucho a este tipo de preguntas? 

BIFE: Claro, cuando surgen las preguntas es cuando sabemos que se va entendiendo nuestra intención, que esta siendo efectivo nuestro trabajo. Cuando la mente no es fuerte todavía como para hacerse preguntas sobre sí misma, comienza cuestionando el exterior, es normal eso. Pero final la autoindagación es la mejor manera de salir de la esclavitud de la ignorancia. Somos muy felices si podemos aportar aunque sea un poquito a que las preguntas aparezcan y se interioricen.

– Sus canciones en general y Furiosa en particular reivindican desde ritmos que están hegemonizados por el machismo la idea de resistir desde el amor y desde el cuidado de la alegría. Como si no pudiéramos dejar de bailar, pase lo que pase. ¿Consideran importante problematizar y desdramatizarnos en simultáneo a la hora de enfrentar a las violencias que someten a las mujeres y a las disidencias? ¿Estar furiosas pero bailando es una postura política?

BIFE: Sí, el sistema de opresión nos quiere tristes ante todo, derrotadxs. O alegres y funcionales. Si podemos combinar la furia y la alegría podemos llegar a dar una batalla con esperanza de victoria contra el patriarcado. La lucha es álgida y no hay energía en la tristeza. Se trata de una postura política, filosófica, estética y también cotidiana. Pensemos en los dos lados de la plaza del Congreso durante la votación en diputados de la ley por la despenalización del aborto… es obvio cuál es nuestro lado.

– Son una banda pero también son cierta expresión política. Como todo arte, sobre todo el que irrumpe lo establecido. Ustedes cuestionan y hacen cuestionar el lugar que ocupan el cuerpo, el arte, la identidad de género, la orientación sexual, la monogamia y más. ¿En qué lugar creen que debe estar la cultura hoy en día en cuanto a la política, en este caso permanente pero también coyuntural? 

BIFE: Es en el ámbito cultural donde se juegan las batallas decisivas. Un montón de gente desorganizada, sin sentimientos en común, triste, desesperada, cansada y confundida, es muy fácil de manipular. Todxs tenemos herramientas para influir en la cultura de la que formamos parte, con cada charla y con cada gesto pero también produciendo canciones, cuentos, poemas, novelas, pinturas, teatro, radio, prensa, perfos, lo que se nos ocurra. Ejercer el poder desde la trama, construyendo las ficciones que necesitamos para existir con más potencia, es algo que puede formar parte de nuestros proyectos y de nuestro quehacer diario, del de todas. No encantaría poder estar contagiando esta visión.

– Si tuvieran que decirle algo a las nuevas generaciones, esas que hoy van al colegio con pañuelos verdes y todavía intentan entenderse como personas, ya conociendo un abanico de identidades que nosotres tal vez desconocíamos en otras épocas, ¿qué les dirían?

BIFE: Les diríamos eso que intentamos decir en nuestros discos, en nuestras canciones. Más que una frase, que un fragmento de discurso nos gustaría poder compartir una experiencia de búsqueda, de fuerza y de toda la alegría y libertad de las que podamos disponer. Pero la verdad es que las personas más jóvenes y sus modos son ellas mismas nuestra inspiración la mayoría de las veces, por las nuevas maneras que tienen de encarar los problemas viejos y de ver el mundo con unos ojos todavía nunca nublados de lagaña. Las personas más jóvenes siempre tienen chispa para encontrar otras maneras. Ojalá entre todos podamos descubrir si hay una manera de romper todo lo que no deja crecer. Si hay una manera, si hay algún modo de dejar de obedecer vamos a buscarlo donde no se ve.