Babasónicos, IKV y El Cuarteto de Nos encabezaron un festival en la línea H

5676e8638218f_760x499
Cada una de las bandas actuó en una estación para un público que se iba trasladando en trenes, en cuyos vagones también se podía disfrutar de números artísticos a cargo de músicos como Leo García y Barco.
Con las limitaciones acústicas que ofrecía el improvisado teatro, se pudieron disfrutar de sets que no superaron las cuatro canciones, excepto en el caso de Babasónicos, que cerró el festival con un show de seis temas.
Desde las cero horas, grupos de 200 personas se dieron cita en la estación Corrientes, en donde Bándalos Chinos, banda que ganó un concurso organizado por la Radio Vorterix, daba la bienvenida con un breve show de tres canciones.
Esta formación de dos guitarras, dos teclados, bajo y batería, hizo gala de un elegante y efectivo pop, y se mostró como una reencarnación de Virus, además de tener presente la influencia de The Strokes y The Killers.
Al finalizar la actuación de Bándalos Chinos, un tren trasladó al público hasta la estación Humberto Primo, mientras en los vagones distintos artistas entretenían a los pasajeros.
Por caso, era común encontrarse a un Leo García en plan fogonero, interpretando “Nunca quise”, de Intoxicados, o a Barco mostrando algunas de las canciones de “Antes del desmayo”, su muy buen disco debut.
La estación Humberto Primo fue el escenario para que Illya Kuryaki and The Valderramas hiciera bailar a los pasajeros apostados en el andén de enfrente, con un contundente tridente de canciones que bastó demostrar la contundencia de la banda .
“Chaco”, “Yacaré” y “Funky futurista” se sucedieron en las voces del combo formado por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur, quien vestidos de negro y blanco respectivamente, sacaron a relucir una vez más todo su carisma.
“Te equivocaste de estación”, le respondió Emmanuel a un pedido de una canción que no estaba en el repertorio, en una muestra de permanente interacción con el público, a pesar de la brevedad del show.
“Que tengan un buen viaje”, despidió Dante a la gente que siguió viaje hasta la estación Inclán, en donde El Cuarteto de Nos, la banda que llevó la mayor cantidad de fans del festival, esperaba para ofrecer una actuación demoledora.
Liderados por Roberto Musso, este cuarteto uruguayo paradójicamente conformado por cinco integrantes, mostró sus canciones más reconocidas, en donde se destacan sus ingeniosas y, a veces, angustiantes letras.
“El hijo de Hernández”, “Roberto” y “Yendo a la casa de Damián” contaron con la colaboración de un coro de 200 personas, fascinadas por la extraordinaria labor de Musso como frontman.
Tras estas dos escalas, el periplo llegó a su fin en la estación Parque Patricios, en donde los pasajeros fueron recibidos por Leo García, quien a modo de enganchado, hilvanó sin respiro versiones acústicas de “Isla”, “Cuarto Creciente” y “Morrisey”.
La espera del cierre con Babasónicos también fue amenizada por los españoles Franky Groove y sus Brasseros y XL Brass Band, formaciones con instrumentos de vientos similares a los que se usan para tocar dixieland, que apelan al jazz y a la música balcánica para realizar una rutina humorística.
Cerca de las tres de la mañana, Dárgelos y compañía pusieron a cantar y bailar a unas mil personas, con sus glamorosas composiciones.
“El colmo” y “Me gustas tanto” fueron coreadas con especial emoción por el público, que sonrió cómplice y bailó cuando comenzó a sonar la pendenciera “¿Y Qué?”.
“Yegua” y “La lanza” marcaron el final de una experiencia que tuvo su principal atractivo en su carácter novedoso, además de la calidad artística ofrecida, a pesar de las deficiencias sonoras.


 

Télam