Os Paralamas reavivó su cálido romance con la Argentina


Os Parlamas do Sucesso tocó todos sus hits el jueves 20 de abril en Niceto Club de Buenos Aires. El trío carioca, conformado por Herbert Vianna, en guitarra y voz; Bi Ribeiro, en bajo; y João Barone, en batería; ofreció poco más de una hora y media hora de buen rock, ska y reggae, en un concierto en donde también homenajeó a varias de sus influencias musicales, como The Police, Jimmy Hendrix, y los locales Fito Páez, Sumo y Soda Stereo.
Ocurre que, además de los guiños al público argentino con la inclusión en el repertorio de todas las canciones que fueron parte del exitoso disco “Paralamas”, grabado en castellano en 1991, hubo versiones de temas de Fito Páez, como “Track-Track”; de Sumo, como “Que me pisen”, con Ricardo Mollo de invitado; “Párate y mira”, de Los Pericos; y una rockera lectura de “Cuando pase el temblor”, de Soda Stereo.
“Es Charly, es Fito, Soda, Sumo y Los Pericos”, coreó el líder de la banda, a modo de “grito de guerra” sobre los bises, en una declaración explícita de amor al rock argentino. Pero también hubo pasajes que evocaron al “Don´t stand so close to me” y “Every breath you take”, de The Police; y a Voodoo Chile, de Jimmy Hendrix.
Con un emocionado Vianna al frente, el grupo optó por dejar de lado sutilezas sonoras y apostó a un registro un tanto sucio pero potente, al punto de dejar en claro que se puede ser una aplanadora, a pesar de estar tocando reggaes o skas. En este sentido, resulta fundamental el aporte de Barone, que con su contundencia contagia energía al resto de la banda; la precisa y, por momentos, sutil tarea de Ribeiro en el bajo; y el toque rockero de Vianna, quien además logra conmover con su esforzado tono de voz.
El grupo se apoyó además en una sección de vientos, conformada por un trombón y un saxo, imprescindibles tanto por su impronta jamaiquina como por su presencia soulera en los temas más rockeros; y un teclado que ganó color en las partes de piano.
La instrumental Vulcão Dub fue la carta de presentación de la banda en la noche porteña que, de inmediato, desató un baile con “Alagados”, uno de los más grandes éxitos del grupo en este país, traducido como “Inundados”, en una versión que mezcló estrofas en portugués y en castellano.
“No hay palabras para describir el sentimiento de volver”, dijo, emocionado, el milagroso Vianna, en un castellano que lo acerca a un Luca Prodan, pero más tierno y buena onda.
Los ritmos jamaiquinos coparon el primer pasaje del show, con “Cinema mudo”, “Ela disse adeus”, “Cuide bem de seu amor” y “Seguindo estrelas”; hasta que una hendrixiana estrofa de “Voodoo Chile” hizo las veces de introducción de la rockera “O calibre”, en donde Paralamas se calzó el traje de power trío.
“Track-Track” mantuvo la adrenalina hasta que la reposada “La bella luna” devolvió un poco de sosiego, que se mantuvo con “Tendo a lua” y mutó a emotividad cuando acompañado solo con el piano y la guitarra, Vianna entonó la balada “Quase un segundo”.
Sin embargo, la fiesta tomó mayor calor con la seguidilla de “Meu erro”, “Oculos” y la bella “Lanterna dos afogados”, que generó una emoción que se mantuvo con “Voce”, de Tim Maia, acompañada por la proyección de viejas fotos del grupo.
Tras “A novidade”, Paralamas encaró el tramo final con una sucesión de hits que incluyó “Melô do marinheiro”, “Perplexo”, “O beco”, “Uma brasileira” y “Lourinha Bombril”, la versión portuguesa de “Párate y mira”, de Los Pericos.
“Aonde quer que eu vá” fue el primer tema de los bises que, a partir de ese momento, ingresó en el clima de total distensión, en donde la banda demostró su devoción y agradecimiento por el rock argentino.
“Si nos sale más o menos, perdonanos”, dijo, aporteñado, Vianna, que además empezaba cada frase con el latiguillo che, al presentar el estreno de una rockera lectura de “Cuando pase el temblor”, con una base de guitarra con aires a “London calling”, de The Clash.
Acto seguido, Ricardo Mollo su sumó como invitado para el clásico de Sumo “Que me pisen” y para aportar un incendiario solo en “Caleidoscopio”, en donde además se entreveró en un duelo de guitarras zeppeliano con Vianna, en un rol que maneja a la perfección.
Con citas a The Police que se sumaron a “Vital e sua moto”, el tema dedicado a uno de los fundadores del grupo que desertó en los primeros años, y la canción “Qué país e esse?”, de Legião Urbana, Os Paralamas se despidió en medio de una ovación que justificó las definiciones del grupo a nuestro país como su segundo hogar (Télam).